En una sesión informativa para agregados militares en esta capital, el representante de Minsk señaló que los ejercicios se realizarán en dos fases como parte del control de las fuerzas de respuesta del Estado de la Unión (Rusia-Belarús), reportó la agencia de noticias TASS.
Explicó que en la primera, antes del 9 de febrero, están previstas prácticas de redespliegue y establecimiento de agrupaciones de tropas en zonas, supuestamente amenazadas, en un corto período de tiempo. Señaló que en la segunda fase se llevará a cabo el ejercicio conjunto Resolución Aliada 2022, del 10 al 20 de febrero.
Según Voinov, durante las maniobras se planea fortalecer los tramos de la frontera estatal en las posibles direcciones de entrada ilegal de grupos armados.
Dijo que también se trabajará en el bloqueo de los canales de entrega de armas, municiones y otros medios que pueden ser utilizados para desestabilizar la situación en el país con la ocupación de zonas y el equipamiento de los puestos de control de carreteras.
El funcionario del Ministerio de Defensa belaruso indicó que las maniobras incluirán además la búsqueda, bloqueo y destrucción de formaciones armadas ilegales y grupos de sabotaje y reconocimiento enemigos.
Enfatizó que las prácticas tienen lugar “en el contexto del agravamiento de la situación militar y política en el mundo, el continuo aumento de las tensiones en Europa, incluso cerca de las fronteras occidentales y del sur de Belarús”.
También este martes, el viceministro ruso de Defensa Alexander Fomín destacó que los próximos ejercicios militares entre su país y Belarús evaluarán la capacidad de reacción de sus Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad de la coalición.
En encuentro con 98 agregados militares extranjeros acreditados en esta nación, el jefe militar dijo que la comprobación servirá para elaborar diversas opciones de acciones conjuntas para neutralizar las amenazas y estabilizar la situación en las fronteras del Estado de la Unión.
Explicó que en diciembre los presidentes de Rusia y Belarús, Vladimir Putin y Alexandr Lukashenko, acordaron la realización de un control no programado de las tropas y evaluar su preparación para garantizar la seguridad militar.
el jefe militar subrayó que Moscú y Minsk valoran un contexto en el que, para garantizar la seguridad del Estado de la Unión (Rusia-Belarús), sería necesario involucrar todo el potencial militar de ambos países.
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