En declaraciones a la prensa luego de conversaciones bilaterales, Lavrov dijo que llamó la atención de la visitante sobre cómo la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) exige el traslado de las unidades a los cuarteles, mientras afirma que los movimientos de sus tropas en los territorios de ese bloque militar no son asunto de nadie más que de ellos.
“El doble rasero es evidente”, apuntó el jefe de la diplomacia rusa, quien mencionó que la representación de Moscú abordó con la contraparte alemana la situación en torno al sabotaje de Kiev de los acuerdos de Minsk para la solución pacífica del conflicto en el este de Ucrania.
“Demostramos sobre la base del texto de los acuerdos de Minsk la necesidad de detener el sabotaje y comenzar a actuar en la secuencia exacta que se fija en este documento. Allí todo está claro, no puede haber dobles o triples interpretaciones”, significó.
Acerca de posibles medidas de Berlín contra Moscú por las supuestas amenazas de una invasión rusa a Ucrania, Lavrov manifestó que no puede prever las acciones del Gobierno germano.
“No dimos ni damos ningún motivo para crear una nueva situación de conflicto. Solo exigimos una cosa: que se aplique escrupulosamente lo acordado. Esto también se aplica a los acuerdos de Minsk- que se sabotean por el régimen de Kiev- y a la arquitectura general de seguridad en Europa”, enfatizó.
Lavrov indicó que su país espera que Alemania ejerza su influencia sobre Ucrania en la implementación de los acuerdos de Minsk, ante los cuales, dijo, no hay alternativa.
A la vez, calificó de inaceptables los intentos de convertir a Rusia en parte del conflicto y de hacer a responsable a Moscú por la falta de progreso en la implementación de esos convenios.
Por su parte, Baerbock aseguró que Alemania está dispuesta a discutir con Rusia sobre temas para fortalecer la seguridad común europea y consideró como un primer paso útil las conversaciones de la semana pasada en el marco del Consejo Rusia-OTAN y de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
Comentó que las opiniones de ambos países sobre muchos temas difieren, pero aseguró que Berlín está interesado en una relación estable con Moscú.
La ministra alemana de Asuntos Exteriores advirtió sobre el peligro de utilizar la energía como arma y enfatizó que, de suceder, tendrá consecuencias, incluso para el gasoducto Nord Stream 2, que enlaza a ambas naciones a través del fondo del mar Báltico.
Explicó que el nuevo Gobierno germano constató que la legislación europea en materia de energía se aplica a todos los proyectos de infraestructura, incluido Nord Stream 2, por lo que tiene lugar su procedimiento de certificación, suspendido por el momento.
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