Oath Keepers (Guardianes del Juramento) fue uno de los grupos que participó en el asalto al Congreso cuando se procedía a oficializar la victoria del candidato demócrata Joe Biden en esa fecha.
Según los nuevos archivos judiciales del gobierno, la organización extremista acumuló todo este equipo y lo almacenó en un hotel de Virginia como parte de una «fuerza de reacción rápida» en caso de que sus miembros necesitaran refuerzos al asaltar el Capitolio, precisó el diario.
El informe muestra hasta qué punto el grupo estaba preparado para una larga lucha en torno a la certificación de la victoria electoral del presidente Biden.
La nota del gobierno muestra a los miembros de Oath Keeper «cargando bolsas y grandes contenedores de armas, municiones y suministros esenciales para 30 días», organizando sus esfuerzos desde un hotel Comfort Inn, señaló el periódico.
La presentación de hoy persigue mantener a Edward Vallejo bajo custodia federal mientras espera el juicio. Vallejo fue acusado junto con el fundador de Oath Keeper, Stewart Rhodes, y ambos se enfrentan a cargos de conspiración sediciosa.
Los Oath Keepers que entraron en el Capitolio el año pasado nunca necesitaron llamar a Vallejo para pedir refuerzos, pero el memorándum señala que intentó lanzar un dron para vigilancia y «uso de reconocimiento».
«Que los co-conspiradores de Vallejo no lo activaran el 6 de enero no mitiga su peligrosidad. Vallejo viajó por todo el país y se apostó cerca de los procedimientos del Congreso listo para transportar armas de fuego y equipo a la capital de la nación. Eso es lo que lo convierte en un peligro», escribieron los abogados del gobierno en la presentación.
«Y no hay pruebas de que haya renunciado a la violencia o de que ya no crea en la necesidad de la guerra de guerrillas después del 6 de enero», según informo The Hill.
Mientras tanto, medios de prensa recuerdan declaraciones de generales estadounidenses de que se preparan para un escenario de guerra civil en el país, teniendo en cuenta amenazas de grupos extremistas afines al expresidente Donald Trump, que entre otras acciones ya ensayaron el secuestro de funcionarios como ocurrió con la gobernadora de Michigan.
Aunque los expertos niegan la posibilidad de una guerra civil en el país, el tema se hizo más recurrente a partir del asalto al Capitolio en 2021.
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