La víspera, la Cámara de Representantes aprobó una ley que crearía una vía para la ciudadanía de los Dreamers (Soñadores) como parte de un enfoque fragmentado de la reforma migratoria, pero es poco probable que el esfuerzo integral de Biden llegue a buen puerto, reseño el diario digital The Hill.
La propuesta que debe pasar a consideración del Senado proporcionaría seguridad a las personas indocumentadas traídas a Estados Unidos cuando eran niños, pero los republicanos imponen el infranqueable valladar de la seguirdad.
En total, el proyecto de ley naturalizaría a casi 4,5 millones de personas, las cuales durante el gobierno del demócrata Barack Obama recibieron un amparo que fue cuestionado por su sucesor, el expresidente Donald Trump, quien hizo de la inmigración y de la persecución de los sin papeles uno de sus temas favoritos.
El proyecto de ley fue aprobado por 228 votos a favor y 197 en contra, con nueve republicanos dando su apoyo.
La patrocinadora, la representante Lucille Roybal-Allard (demócrata de California), calificó el texto como ‘un paso importante para acabar con el velo de miedo e incertidumbre que ha plagado las vidas de nuestros Dreamers durante demasiado tiempo.’
La denominada la Ley del Sueño y la Promesa, de pasar en el Senado, resultaría en una victoria de los demócratas que desde hace años tratan de cimentar el estatus de los Dreamers, apoyado por Obama desafiado repetidamente en los tribunales.
No obstante, el esfuerzo de los legisladores puede complicarse por la oleada en la frontera sur, con los republicanos expresando sus dudas para aprobar cualquier reforma migratoria antes de abordar esa situación primero.
Hasta que no recupere el control, implementando políticas que funcionen, será difícil hacer lo de los Dreamers o cualquier otra cosa, dijo al respecto senador Lindsey Graham (republicano) al valorar la acción de la Cámara Baja.
Los legisladores también aprobaron una iniciativa que ofrece una vía de ciudadanía a los trabajadores agrícolas temporeros, permitiendo que quienes entraron a Estados Unidos para trabajar durante una década puedan solicitar la ciudadanía después de otros cuatro años.
Según expertos ninguna de las dos iniciativas tiene posibilidades de ser aprobada en el Senado debido a la oposición republicana, sustentada principalmente en problemas de seguridad en la frontera, un punto que desde hace décadas descarriló los intentos de ambos partidos de reformar las leyes migratorias.
Al menos 10 senadores republicanos tendrían que unirse a los 50 del partido de Biden para que la iniciativa llegue al escritorio de la oficina oval y el presidente la firme para convertirla en ley.
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