La lectura de la crisis tiene dos vertientes, la de todo el mundo con la pandemia del nuevo coronavirus, y la política, cuando todavía su conectividad aérea internacional es reducida, reconoció a Prensa Latina Vladimir Molina, asistente del Ministro de Turismo del país sudamericano.
De todas formas, se ha propuesto revitalizar el sector con distintas iniciativas, aunque será un proceso largo y probablemente lento, no obstante poseer atractivos como el Salto del Angel, Isla de Margarita, Morrocoy, Hato Piñero, Los Roques (playas paradisíacas del Caribe) y numerosos Parques Nacionales temáticos.
“Con la Covid-19 también se vio afectada la movilidad interna y esto impactó negativamente en el desarrollo del turismo local. De octubre de 2020 se hizo una apertura parcial para lograr espacios tipo burbuja, que trajo por ejemplo a viajeros de Rusia”, explicó Molina.
El funcionario detalló que con vuelos charters, que es la modalidad predominante ahora en Venezuela, llegaron 10 mil visitantes rusos y es la gran esperanza hacia el futuro.
“Nuestra aspiración es lograr un millón de turistas foráneos en un plazo de cinco años. No es mucho para el potencial que tenemos, pero es una meta realista dadas las sanciones a que estamos sometidos por parte de Estados Unidos y la Unión Europea (UE)”, puntualizó.
El asesor del Ministro venezolano de Turismo remarcó que ninguna de las aerolíneas de España vuela a su país, ni tampoco de otras naciones importantes en este terreno, “por lo cual la variante de los charters es la más asequible ahora”.
En la 42 Feria Internacional de Turismo (Fitur) en IFEMA-Madrid, que termina este domingo, uno de los mayores objetivos del país petrolero es establecer estrategias para demostrar que ciertamente Venezuela es un territorio seguro, lo contrario a lo reflejado por campañas de desinformación.
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