Las urbe china de Shenyang y la india Calcuta ocuparon los dos siguientes puestos, con índices de 197 y 188 respectivamente.
Un AQI entre 201 y 300 se considera «malo», mientras la lectura de 301 a 400 se considera «peligroso», lo cual suponen graves riesgos para la salud humana.
Este índice de calidad es utilizado por los organismos gubernamentales para informar a los ciudadanos de lo limpio o contaminado que está el aire de una determinada ciudad y los efectos asociados a la salud.
En Bangladesh, el AQI se basa en cinco contaminantes criterio: partículas (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2), monóxido de carbono (CO), dióxido de azufre (SO2) y ozono (O3).
Dacca lleva mucho tiempo lidiando con problemas de contaminación atmosférica y la calidad de su aire suele ser insalubre durante el invierno y mejora durante el periodo lluvioso del monzón.
Un informe del Departamento de Medio Ambiente y el Banco Mundial en marzo de 2019 señaló que las tres principales fuentes de contaminación del aire en Dacca son los hornos de ladrillos, los humos de los vehículos y el polvo de las obras de construcción.
Con la llegada del invierno, la calidad del aire de Dacca se deteriora bruscamente por la descarga masiva de partículas contaminantes procedentes de las obras de la construcción, las carreteras deterioradas, los hornos de ladrillos y otras fuentes.
La contaminación atmosférica figura sistemáticamente entre los principales factores de riesgo de muerte y discapacidad en todo el mundo.
Según varios estudios, respirar aire contaminado aumenta las posibilidades de que una persona desarrolle enfermedades cardíacas y respiratorias crónicas, así como infecciones pulmonares y cáncer.
Según la Organización Mundial de la Salud, la contaminación atmosférica mata cada año siete millones de personas en todo el mundo.
mem/abm