Afirmó que todos los documentos están en manos del presidente Vladímir Putin, quien, según dijo, ya había leído las respuestas por escrito de Washington y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
“Una vez más, no nos apresuremos a hacer valoraciones. Se necesita tiempo para analizar y, al final, para que nuestro presidente formule una posición adecuada”, manifestó el jefe de prensa del Kremlin.
Sobre cuándo se conocerá la posición rusa con respecto a la respuesta de Occidente a las iniciativas de seguridad presentadas, Peskov indicó que no hay una fecha exacta, “pero está claro que nadie retrasará la reacción”, reportó la agencia de noticias TASS.
En tal sentido, recordó que Washington y la OTAN demoraron más de un mes en estudiar los documentos, entregados a mediados de diciembre.
Acerca de la posible reacción de Moscú a las respuestas occidentales, comentó que, por el momento, no hay una decisión concreta al respecto.
Sin embargo, comentó que Rusia cree que hay pocos motivos para el optimismo tras las respuestas de Estados Unidos y de la OTAN.
El funcionario indicó que, en sus recientes declaraciones a la prensa, tanto el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken; como el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Jens Stoltenberg, “fueron absolutamente inequívocos en su rechazo a las principales preocupaciones esbozadas por Rusia”.
Según Peskov, no se puede decir que Washington y el bloque euroatlántico tuvieron en cuenta las consideraciones de Rusia en sus respuestas a las iniciativas de seguridad, ni que demostraron su disposición a considerar sus preocupaciones.
Por su parte, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, advirtió este jueves que la respuesta estadounidense no contiene una reacción positiva al tema principal de la propuesta sobre la necesidad de impedir la expansión de la OTAN hacia el este y el despliegue de armas de ataque que podrían amenazar el territorio de Rusia.
Subrayó que la posición de Washington ante los documentos presentados por Moscú permite confiar en el inicio de una conversación seria solo sobre temas secundarios.
La víspera, Estados Unidos y la OTAN entregaron a Rusia sus respuestas escritas a las propuestas de acuerdos sobre garantías de seguridad exigidos por el Kremlin.
Washington pidió que los documentos no se hicieran públicos, pero Blinken, y Stoltenberg enumeraron las posiciones principales referidas en los respectivos textos.
Según analistas políticos, Occidente no pretende hacer concesiones de principio en términos de seguridad a Rusia, sino que esbozó las direcciones de posibles nuevas negociaciones.
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