El trabajo está enfocado en las 21 ciudades que hasta el momento obtuvieron esa certificación en las cuatro regiones: Sierra, Costa, Amazonía y Galápagos.
Las mismas son Patate, Alausí, Cotacachi, Zaruma, San Gabriel, Guano, San Antonio de Ibarra, Portoviejo, Rumiñahui, Azogues, Chordeleg, Agua Blanca, Sushufindi, Lago Agrio, Pimampiro, Isla Floreana, Cayambe, El Chaco, Esmeraldas, Calvas y Saraguro.
Las dos últimas fueron las que más recientemente alcanzaron la calificación, Calvas, por su Reserva Ecológica Cerro Ahuaca, y Saraguro, conocida como la Tierra del Maíz, ambas ubicadas en Loja.
Según explica la ministra de Turismo Rosi Prado, la declaratoria representa un incentivo para perfeccionar las labores a fin de garantizar opciones seguras y atractivas para visitantes locales y extranjeros, que a la vez permitan la reactivación económica.
En ese sentido, el Ministerio propone un Plan de Fortalecimiento con cuatro ejes de acción que abordan el desarrollo de productos, identidad gastronómica, revalorización del patrimonio y la promoción.
Atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, arquitectura, cotidianeidad, gastronomía y geografía son algunas de las características que pueden llevar a una urbe a convertirse en destino turístico y por consiguiente en un Pueblo Mágico.
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