En declaraciones por separado este domingo, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y la canciller Liz Truss reiteraron sus amenazas de sanciones y otras represalias contra Rusia en caso de una supuesta invasión al país vecino.
La situación es cada vez más preocupante: sigo instando a Rusia a entablar negociaciones y evitar una invasión imprudente y catastrófica, escribió Johnson en Twitter.
Truss, por su parte, dijo a la cadena Sky News que el gobierno prepara un proyecto de ley de sanciones que abarca un amplio rango de actividades económicas rusas que entrarían en vigor en caso de una invasión contra Ucrania.
El Reino Unido, Estados Unidos y el resto de los miembros de la OTAN acusan a Rusia de querer invadir a Ucrania, cuyo gobierno solicitó la membresía de la alianza militar liderada por Washington.
El gobierno ruso mantiene más de 100 mil soldados en las inmediaciones de la frontera con Ucrania, pero niega tener planes de atacar, y sostiene que sus tropas se mueven dentro de su propio territorio con fines puramente defensivos.
En medio de la escalada de tensiones con Moscú, Londres envió semanas atrás dos mil armas ligeras antitanque a Kiev, y personal militar para entrenar a los soldados ucranianos en su manejo.
Según anunció la víspera la oficina de Johnson, el primer ministro del Reino Unido tiene previsto conversar vía telefónica con Putin en los próximos días y viajar a Europa del Este, aunque no especificó a cuál o cuáles países.
También se informó anoche que Londres ofrecerá a la OTAN hacer un gran despliegue de tropas, barcos y aviones en Europa a partir de la semana próxima.
El plan incluye enviar armas defensivas a Estonia, donde ya el Reino Unido cuenta con unos 900 militares, además del centenar que tiene en Ucrania y los 150 soldados del Escuadrón de Caballería Ligera que están acantonados en Polonia.
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