El ente regulador inició la investigación en marzo de 2019, tras denuncias de que un agente había tenido sexo con una persona borracha de la comisaría de Charing Cross, en el centro de esta capital.
Detectamos formas de comportamiento inaceptables y muy por debajo de la conducta que se espera de un oficial de Policía, afirmó el director regional de la IOPC, Sal Naseem, en la presentación del informe.
Durante la investigación se revisaron miles de mensajes que intercambiaban los agentes, entre ellos muchos con alto contenido sexual y lenguaje discriminatorio o violento, que fueron descritos luego como bromas por parte de los implicados.
También se encontraron textos críticos contra las mujeres, intimidatorios o probatorios de otros comportamientos inadecuados.
De los 14 policías investigados, dos fueron separados de forma definitiva de las filas por mala conducta, otros dos renunciaron y el resto enfrenta medidas disciplinarias, agregó el informe.
Scotland Yard, como popularmente se conoce a la Policía Metropolitana, respondió al reporte condenatorio con una declaración donde señala que el comportamiento de esos agentes no representa los valores del cuerpo policial capitalino.
Ofrecemos disculpas a los londinenses y a todos los que le fallamos, y reconocemos que esa forma de comportarse daña la confianza de muchas personas en nosotros, apuntó el texto.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, saludó la publicación del informe y afirmó que ya abordó con la comisionada Cressida Dick la necesidad de introducir cambios drásticos para recuperar la confianza de la ciudadanía en las fuerzas del orden.
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