A la Minga por Quito se unieron ciudadanos de zonas aledañas, estudiantes de colegios y universidades, con palas, escobas y mangueras, para ayudar a autoridades nacionales y locales a devolver La Gasca y La Comuna al estado en el que estaban antes de ser afectadas por una avalancha de lodo y piedra provocada por un deslave en el volcán Pichincha por fuertes lluvias.
El llamado a esta jornada de cooperación lo hizo la Prefectura de Pichincha, provincia donde se ubica esta capital.
Limpiar las calles, así como ayudar a retirar escombros son parte de los trabajos emprendidos desde el lunes pasado, cundo ocurrió el desastre que dejó hasta la fecha 28 fallecidos, más de 50 lesionados y por el momento, al menos dos desaparecidos.
Según explicó la prefecta, el gobierno provincial aportó maquinarias como retroexcavadoras y camiones, además de personal, que se sumaron a los bomberos, Policía Nacional, Fuerzas Armadas, entre otras instancias.
Otros municipios también colaboraron, entre ellos Mejías, Rumiñahui, Cayambe, el Coca, así como de varias provincias, entre ellas Guayas y Manabí.
Durante la tragedia también fueron perjudicados animales afectivos como perros y gatos, algunos de ellos rescatados y puesto a buen recaudo en refugios, en espera del reencuentro con sus familias.
La tragedia de La Comuna y La Gasca desató fuertes críticas a la Alcaldía de Quito, por la inacción del Consejo Metropolitano.
Para pobladores de la zona y algunas organizaciones barriales, la construcción de un cementerio en la zona alta y la tala de árboles, al igual que la falta de mantenimiento en esas áreas de riesgos, son factores que incidieron en el aluvión.
De su lado, las autoridades insisten en que el fenómeno ocurrió por causas naturales y niegan cualquier relación del alud con los aspectos citados por la población.
La avalancha ocurrió debido e fuertes lluvias que acompañan la temporada invernal, que desprendieron lodo y piedras y bajaron con una fuerza capaz de arrastrar vehículos, árboles, contenedores de basura y levantar postes y semáforos.
Decenas de viviendas y locales comerciales recibieron el impacto del desastre, que provocó el colapso total de algunos inmuebles.
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