La investigación de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) mostró que las mujeres constituyen la mayor parte de la población activa en la pesca y en el turismo costero y marítimo, los principales sectores de la denominada economía azul.
Sin embargo, apuntó, se encuentran en los puestos de trabajo peor pagados, más bajos y menos protegidos.
En los pequeños estados insulares en desarrollo, el turismo representa del 30 al 80 por ciento de las exportaciones totales, con una participación de mujeres de hasta el 54 por ciento, pero la mayoría ocupa puestos poco calificados, ocasionales y temporales.
En cuanto al sector de la pesca y la acuicultura, la contribución de las mujeres se pasa por alto o se infravalora, aun cuando desempeñan un papel clave para garantizar un suministro confiable de alimentos del océano, del que dependen 3 mil millones de personas para su fuente diaria de proteínas, agrega el texto.
Según Dona Bertarelli, asesora especial de la Unctad para la Economía Azul, los beneficios serían mayores si se pudiera diversificar la presencia de las mujeres en áreas como la acuicultura sostenible, las energías renovables, el carbono azul y la bioprospección marina.
Se necesita un cambio de mentalidad y de políticas; el crecimiento de una economía azul sostenible y resistente al incluir plenamente el potencial de las mujeres beneficiará a la sociedad y la economía y, a su vez, promoverá los Objetivos de Desarrollo Sostenible, subrayó la especialista.
La economía azul es un planteamiento que afecta de manera global a empresas y emprendedores. La idea fundamental de estos planteamientos es que las empresas sean eficientes a la hora de producir bienes y servicios.
Añadió que el avance de la igualdad de género podría agregar aproximadamente 13 billones (millón de millones) de dólares al Producto Interno Bruto mundial en 2030.
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