Este pronóstico forma parte del escenario central elaborado por el supervisor del sistema financiero en sus nuevas proyecciones macroeconómicas 2021-2023.
Sin embargo, aporta otros dos contextos alternativos, uno suave y otro severo, en función de la evolución de la pandemia, el grado de inmunización y sus consecuencias sobre el tejido productivo.
En el primero de esos escenarios, la entidad calcula para este año un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 7,5 por ciento, mientras que en el segundo (severo) la expansión sería del 3,2 por ciento.
Tras un primer semestre débil, la actividad acelerará en la segunda mitad del año, vinculada a los avances en el proceso de vacunación y la implementación de proyectos ligados a los fondos europeos, de acuerdo con el banco central.
Este dinamismo del PIB del segundo semestre dará lugar a un ‘potente efecto arrastre’ en 2022, con un crecimiento económico previsto del 5,3 por ciento (1,1 puntos por encima de la previsión anterior), que se moderará al 1,7 en 2023 (igual al pronosticado en diciembre).
Durante la presentación de estas proyecciones, el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, explicó que la reactivación de 2021 irá ‘de menos a más’.
Arce precisó que parte de los fondos europeos que se esperaban gastar en 2021 finalmente se desembolsarán en 2022.
Apuntó que la desaceleración en los primeros meses del actual ejercicio y la menor ejecución prevista de los fondos de la Unión Europea, están detrás de la rebaja de ocho décimas del crecimiento previsto para este año.
La economía española registró en 2020 una caída histórica del 11 por ciento, debido al impacto derivado del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19.
Es la mayor contracción anual de toda la serie estadística (iniciada en 1970) y acaba con seis años consecutivos de crecimiento, según la primera estimación oficial publicada a fines de enero por el Instituto Nacional de Estadística.
Para 2021, el Gobierno de coalición progresista de Pedro Sánchez prevé un avance del PIB del 7,2 por ciento, aumento que podría elevarse hasta el 9,8 por ciento por el impacto de los fondos europeos de recuperación tras la pandemia.
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