El presidente en ejercicio de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) llamó la atención sobre los problemas que afectan la región, los cuales, dijo, requieren soluciones diplomáticas basadas en el espíritu del respeto y de acuerdos mutuos.
Rau señaló la importancia de la reunión con su par ruso y advirtió que Varsovia formuló propuestas de seguridad para la reanudación del diálogo en el ámbito europeo.
Apuntó que el refuerzo de la OSCE debe facilitar la cooperación activa sobre los principios estipulados en la Carta de las Naciones Unidas y sus documentos constitutivos y programáticos, como el Acta Final de Helsinki y la Carta de París.
El canciller polaco viajó a Moscú en su papel temporal al frente de la OSCE en momentos de grandes críticas rusas en torno a la actuación de esa organización con respecto a las iniciativas de garantías de seguridad presentadas por este país y sobre los acontecimientos alrededor del conflicto en Ucrania.
Sin embargo, también las relaciones entre Polonia y Rusia se encuentran en mal estado, según reconoció la víspera la Cancillería local, a menos de 24 horas de la llegada de Rau a este país.
El comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia calificó de insatisfactorias las relaciones entre su país y Polonia y señaló que resulta imposible crear relaciones constructivas con Varsovia en medio del aumento de su acometida contra la nación euroasiática.
Por iniciativa de Varsovia, el diálogo político ruso-polaco está congelado desde 2014 y los principales mecanismos de cooperación bilateral fueron reducidos, indicó el texto.
“La última reunión de larga duración de los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países tuvo lugar en 2013; después de eso, solo hubo breves contactos al margen de los principales eventos internacionales”, explicó.
Moscú denunció que una atmósfera inamistosa hacia Rusia ha sido inflada de manera artificial en ese país, ambiente que ha sido apoyado por las autoridades oficiales y los medios de comunicación.
Las especulaciones constantes sobre la “amenaza rusa”, el aumento de las capacidades militares propias y de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en nuestras fronteras no es la atmósfera en la que se pueden construir relaciones constructivas, explicó.
jha/mml