El mandatario refirió que ese objetivo está siempre presente en las agendas de ambos países y reconoció como “el mejor referente de la humanidad” el heroísmo de los ciudadanos de ese territorio euroasiático, durante el enfrentamiento y derrota al nazismo y fascismo.
A su juicio, en ese proceso de mediados del siglo XX, la entonces Unión Soviética salvó a Europa, a Estados Unidos y a la sociedad internacional, aspecto “que no se puede olvidar”, sobre todo, en los momentos actuales cuando nuevamente los imperios atentan contra la paz.
El dirigente del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) mencionó el intento de golpe de Estado en Nicaragua durante 2018, cuando “bañaron de sangre al país, destruyeron e incendiaron, pero no lograron derrotarnos”, similar a lo sucedido en Ucrania hace algunos años.
“Le expresamos al pueblo de Rusia y al presidente Vladimir Putin nuestra solidaridad, nuestro aliento y acompañamiento en esta lucha que libran por la paz. Durante esta visita tratamos asuntos económicos, comerciales y el fortalecimiento de las relaciones”, puntualizó.
Ortega confirmó que la numerosa representación del país euroasiático incluye ministros, viceministros, expertos en desarrollo económico, finanzas, industria, comercio, defensa, energía, protección y bienestar humano, los cuales intercambiaron con autoridades nicaragüenses.
Por su parte, Borísov señaló como objetivo de su viaje a Managua la consolidación de los vínculos y el interés por ampliar los ámbitos de cooperación y recordó que en el año último el comercio bilateral aumentó tres veces, con un valor superior a los 160 millones de dólares.
El viceprimer ministro ruso aseguró que están en condiciones de multiplicar esa cantidad de intercambio de mercancías; mencionó el apoyo militar y tecnológico otorgado al Ejército de Nicaragua, por más de cuatro décadas, y agradeció la acogida calurosa en la tierra de Augusto C. Sandino.
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