En lo que para muchos es el peor momento de la historia de la principal fuerza de oposición, colocó en los reflectores a dos figuras que se proyectaban como aspirantes a llegar en el futuro al Palacio de la Moncloa, Pablo Casado, líder del PP, e Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.
Sin ambages, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, remarcó este viernes que la corrupción «es la marca de la casa del PP» y consideró que Díaz Ayuso “(…) es exactamente lo mismo: digna heredera del Partido Popular».
La también secretaria general de Unidas Podemos, declaró a Radio Nacional de España (RNE) que “la señora Ayuso va por el mismo camino que han ido los últimos cuatro candidatos del Partido Popular a la Comunidad de Madrid, que es el de acabar o imputada o condenada por corrupción».
Ante los medios de comunicación, la titular de la Comunidad de Madrid reconoció que su hermano tuvo una relación comercial con la empresa a la que «se le dio un contrato de 1,5 millones de euros».
«Ayuso ha tratado de presentarse a sí misma siempre como algo distinto del Partido Popular y lo que estamos viendo aquí es que es exactamente lo mismo. El PP, su marca de Gobierno, es precisamente la corrupción y la señora Ayuso es digna heredera del Partido Popular», sentenció Belarra.
En una entrevista con la cadena radial COPE, Pablo Casado, admitió este viernes que se siente muy sorprendido y decepcionado ante lo ocurrido y aclaró que el dossier sobre el hermano de Ayuso por el supuesto cobro de comisiones en un contrato sanitario de mascarillas, “no vino de Moncloa” (la sede principal del Gobierno).
Casado expresó su deseo de poner fin a la guerra abierta desatada al interior del PP, la cual, apuntó, se puede zanjar hoy mismo con una condición: que Díaz Ayuso explique en concepto de qué su hermano cobró alrededor de 300 mil euros por
La diputada Cayetana Álvarez de Toledo pidió la víspera la renuncia del presidente del PP por la crisis abierta entre la dirección nacional y Díaz Ayuso.
Dentro de las luchas intestinas de la agrupación se formaron tres bloques, los que blindaron a Casado, de momento en mayoría, los dubitativos y quienes se posicionaron a favor de la jefa del Gobierno de Madrid.
El asunto gira en torno a las sospechas de la concesión de contratos en beneficio del hermano de Díaz Ayuso, con ciertas irregularidades que provocaron acciones de la dirección nacional del PP exigiendo explicaciones.
Precisamente desde las oficinas centrales del PP en la calle Génova de esta capital, se sostiene que toda la dirigencia de la organización conocía de las sospechas en el caso del hermano de la jefa de la Comunidad de Madrid.
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