Bolsonaro reconoció ante la prensa que la ciudadanía tiene razón al criticar la falta de prevención de esta tragedia (ocurrida el martes en la antigua ciudad imperial), pero dijo que «no podemos protegernos de todo».
“Muchas veces no tenemos forma de protegernos de todo lo que puede pasar en estos 8,5 millones de kilómetros cuadrados (área territorial de Brasil])», alegó el mandatario.
Sin embargo, el diario Folha de Sao Paulo señaló hoy en una nota que la gestión del gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, ejecutó apenas la mitad de lo previsto en el presupuesto del año pasado para la prevención de desastres.
“La población tiene razón en criticar, pero esta es una región muy dura. Lamentablemente, aquí ha habido otras tragedias. Pidamos a Dios que no vuelvan a suceder y haremos nuestra parte”, dijo Castro citado por el rotativo. Por su parte el ministro Rogério Marinho (Desarrollo Regional) también manifestó que “ningún meteorólogo pronosticó” el aumento de las lluvias en el verano, intensificado por la crisis climática, según Folha.
En este contexto hace unos días el sitio Uol publicó que la prefectura de Petrópolis tenía en sus manos desde 2017 un estudio que identificó 15 mil 240 viviendas en alto o muy alto riesgo de destrucción por lluvias en el Distrito uno, el más afectado por el temporal del martes último.
En total, en los cinco distritos, la encuesta mapeó 27 mil 704 casas en riesgosa condición, que en ese momento ocupaban el 10 por ciento del área urbanizada.
Ahora Petrópolis sigue en alerta por la posible ocurrencia de fuertes temporales y deslizamientos.
Nuevas inundaciones acontecidas ayer provocaron que los equipos de rescate y búsqueda de desaparecidos (cuyo número es indeterminado) tuvieran que suspender temporalmente sus trabajos ante el riesgo otros deslizamiento producto de las lluvias, según reportes de prensa.
A 120 aumentó hoy la cifra de muertos por cuatro días de tormentas en esta región brasileña, mientras el pronóstico meteorológico anunció otro mal tiempo.
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