El canciller sostuvo esa idea en su cuenta de Twitter, y comentó que el reporte anual de salud del país norteño muestra evidencias claras de que la administración de Donald Trump presionó para evitar la colaboración médica de la nación caribeña en la región.
Esta semana el Departamento de Salud y Servicios Humanos norteamericano, (equivalente al ministerio de Salud) divulgó un informe en el que precisa que en 2020 trabajaron para impedir que Cuba aumentara su ‘predicamento’ en el área, por considerar que sus profesionales de la salud actuarían ‘en detrimento de la seguridad de Estados Unidos’.
El texto confirma los ataques denunciados en varias ocasiones por el gobierno cubano, que el pasado año llegaron incluso a la presentación de un proyecto de ley de tres senadores estadounidenses dirigido a sancionar a los Estados que acepten la colaboración médica.
A ello se unieron las presiones y chantajes contra la Organización Panamericana de la Salud (OPS), bajo la amenaza de no desembolsar la contribución financiera que corresponde realizar a Washington.
La organización aceptó ‘una revisión externa del papel de la OPS en el Programa Más Médicos en Brasil’, en el cual participaron miles de cubanos a solicitud expresa del gobierno de ese país, lo que permitió atender a 113 millones 359 mil pacientes desde agosto de 2013 hasta noviembre de 2018, con gran aceptación popular.
La campaña para desacreditar la cooperación sanitaria de la isla arreció en el 2019, de acuerdo con la cancillería antillana, y sus principales argumentos son la supuesta injerencia en los asuntos internos de las naciones que la reciben, así como acusaciones de ‘esclavitud moderna’ y ‘trata de personas’.
Con esos pretextos el Departamento de Estado incluyó a Cuba en su Informe sobre la Trata de Personas de 2019 y 2020, convocaron conferencias en la Organización de Estados Americanos, y la norteamericana Agencia para el Desarrollo Internacional destinó fondos millonarios para socavar los programas.
Según una declaración de la cancillería cubana, la persecución de Estados Unidos derivó en el cese de los programas de colaboración con Brasil, Ecuador y Bolivia, pero también hay evidencias de presiones en otros países como Guatemala.
A pesar de ello, durante la pandemia de Covid-19 casi cinco mil profesionales de la salud de la isla, pertenecientes a 56 brigadas médicas del Contingente Henry Reeve, prestaron servicios en 40 países, lo que les ha valido el reconocimiento internacional y la nominación al Premio Nobel de la Paz.
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