Además de Reino Unido, Bulgaria, Letonia, Lituania, Moldavia, Rumanía, Estonia, Eslovenia, República Checa y Polonia, países con los que la nación euroasiática ya había cancelado los vuelos, la lista actualizada incluye 26 países y territorios más, entre ellos Alemania, España, Italia y Francia.
“De acuerdo con las normas del derecho internacional, como respuesta a la prohibición por parte de los Estados europeos de los vuelos de aviones civiles operados por compañías aéreas rusas y/o registrados en Rusia, se restringieron los vuelos de compañías aéreas de 36 países”, indicó el comunicado.
Según el texto, los vuelos desde estos países pueden realizarse con un permiso especial emitido por Rosaviatsiya o el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
La lista también incluye Albania, Anguila, Austria, Bélgica, Canadá, Chipre, Croacia, Dinamarca (con Groenlandia e Islas Feroe), Islas Vírgenes Británicas, Finlandia, Gibraltar, Grecia, Hungría, el territorio de Jersey, Irlanda, Islandia, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Portugal y Suecia.
El 24 de febrero, Londres cerró su espacio aéreo a las aeronaves rusas. Mientras el 27, los ministros de Asuntos Exteriores de los 27 países de la Unión Europea aprobaron el cierre total del espacio aéreo comunitario a las aeronaves rusas. Canadá se unión a la medida.
Rusia inició una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) solicitaran ayuda para repeler la agresión de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
El presidente ruso, Vladimir Putin, en un discurso televisado para informar sobre el inicio de la operación, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio por parte de Kiev durante los últimos ocho años y “desmilitarizar” Ucrania.
Por su parte, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Japón y los países de la Unión Europea impusieron nuevas sanciones a Rusia, apuntando contra los máximos representantes del Estado y el Gobierno, además de sectores clave del comercio, las finanzas, la energía, las exportaciones y la aviación.
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