Según dijo Olivia Dalton, portavoz de la embajadora de Estados Unidos en el organismo multilateral, Linda Thomas-Greenfield, Washington informó a la representación rusa que iniciaron el proceso de expulsión de 12 de sus diplomáticos por supuestas actividades de espionaje.
Al abrir la sesión vespertina del Consejo de Seguridad, cuya presidencia rotatoria correspondió a Rusia este mes, el embajador de Moscú, Vasili Nebenzia, condenó la decisión de la administración del presidente Joe Biden y la calificó de ser “un paso hostil”.
Estados Unidos dio de plazo hasta el 7 de marzo para que los diplomáticos abandonen el país.
Mientras, la presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense, Nancy Pelosi, confirmó este lunes que evaluarán la solicitud de la administración Biden sobre nuevos fondos para el apoyo militar a Ucrania.
Antes el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, señaló que los envíos de armas a esa nación del este europeo por Occidente es un factor peligroso que no contribuirá a restablecer el orden.
El pasado 24 de febrero, Rusia inició una operación militar en la región autónoma ucraniana de Donbass, luego de la solicitud de ayuda de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk para repeler la agresión de Kiev.
Tres días antes, el 21 de febrero, el presidente Vladimir Putin reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua que incluyeron no solo el establecimiento de relaciones diplomáticas sino también el apoyo militar.
Estados Unidos y sus aliados de occidente desataron de inmediato una ola de sanciones contra Rusia.
Putin advirtió en discurso televisado que la operación tiene el objetivo de proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio por parte de Ucrania durante los últimos ocho años y desmilitarizar al vecino país.
El mandatario ruso reiteró que no existen planes de ocupar territorios ucranianos, sino defender el derecho de sus pueblos a la autodeterminación.
A su vez, reiteró que Moscú no puede permitir que Kiev adquiera armas nucleares y se siga militarizando, lo que constituye un peligro para la seguridad de su país.
La continua expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte hacia el este resulta inaceptable, subrayó el jefe de Estado.
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