La principal fuerza de oposición del país ibérico celebrará el cónclave el 1 y 2 de abril próximo con el objetivo de sustituir a su actual líder, Pablo Casado, foco de una guerra intestina en la que resultó perdedor ante la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Con el nombre de su sucesor vox populi, el actual titular de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez, la permanencia de Casado se hizo insostenible cuando se desató un escándalo en torno a la supuesta corrupción y tráfico de influencias de Díaz Ayuso, y además, el presunto espionaje en su contra.
Aunque la jefa de la administración madrileña ha salido aparentemente incólume del entuerto y ahora reclama justicia por el espionaje, lo cierto es que su hermano Tomás se llevó una comisión en la compra de mascarillas sanitarias de cerca de 300 mil euros. No es corrupción, pero resulta un delicado asunto ético, opinaron analistas locales.
En otra suerte de discurso de despedida –ya tuvo uno el 24 de febrero-, Casado reiteró hoy en la reunión de la Junta Directiva del PP su lealtad, expresando que se marcha con «la conciencia muy tranquila» y sin rencor».
Un comunicado de prensa del PP anunció que el Congreso Nacional «con carácter extraordinario y urgente se desarrollará en Sevilla, los días 1 y 2 de abril de 2022.
Si bien las condiciones se dieron para hacer un acto de pasar la página a todas las pugnas de los últimos días, Díaz Ayuso no pareció muy conforme, si bien dejó en claro que apoyaría a la figura de Núñez.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, que goza de notable respaldo en la capital, pidió en declaraciones a la prensa apartar a quienes acusa de intentar destruirla.
De cierta manera, se repetirá el escenario anterior cuando en 2018 se dio la sucesión de Mariano Rajoy, prácticamente de forma directa con Casado. Ahora vuelve al máximo puesto del PP otro gallego, Núñez.
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