Según el Grupo de Liderazgo Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, una vez que se desechan estos medicamentos usados para tratar seres humanos, animales y plantas, estos entran en el medio ambiente a través de las aguas residuales y, por esa vía, propagan organismos farmacorresistentes.
Por ejemplo, añadió la fuente, se han encontrado bacterias multirresistentes en las aguas marinas y en los sedimentos cercanos a los lugares donde se vierten este tipo de residuos usados en la acuicultura, las industrias y los asentamientos urbanos.
Este problema podría dar lugar a una mayor aparición y propagación de superbacterias resistentes a varios tipos de compuestos químicos, estimó.
Por este motivo, apuntó el comunicado, resulta fundamental reducir la contaminación por antimicrobianos vertidos al medio ambiente para que estos fármacos puedan seguir siendo eficaces.
El Grupo exhortó a todos los países a promulgar y aplicar reglamentos y normas para supervisar y controlar mejor la distribución de estos productos y su posterior desecho.
Aclaró la fuente que los patógenos resistentes a los medicamentos causan casi cinco millones de defunciones al año en todo el mundo.
Si no se actúa contra esta problemática, enfatizó, nos acercaremos rápidamente a un punto de inflexión en el que los antimicrobianos necesarios para tratar las infecciones en los seres humanos, los animales y los vegetales dejarán de cumplir su papel.
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