En una reunión con el personal femenino de las aerolíneas rusas, el mandatario reconoció que las restricciones impuestas al país, como el cierre del espacio aéreo de muchas naciones, implican inconvenientes para las personas, pero consideró que a la vez son ventajas en términos de desarrollo de la infraestructura nacional.
“Desarrollaremos nuestra propia aviación, construiremos nuestras propias aeronaves nuevas, como MS-21 e IL-114-300, Baikal, etc. Desarrollaremos aún más la red de aeródromos”, comentó, según el Kremlin.
Señaló que las autoridades del país tienen un programa para ampliar y mejorar la conectividad territorial, lo cual “es un trabajo muy grande, pero es otro impulso para el desarrollo, incluida la industria y la infraestructura”.
Putin informó que durante el período pandémico en Rusia, el volumen de transporte interno se redujo en 88 por ciento, y hacia el exterior en más de 90 por ciento, lo cual, dijo, constituye una experiencia de situaciones de estrés.
Explicó que, sin embargo, el año pasado el transporte nacional aumentó 20 por ciento con respecto a 2020, con alrededor de 87,5 millones de pasajeros.
El pasado 27 de febrero, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Úrsula von der Leyen, anunció el cierre total del espacio aéreo de los países miembros del bloque comunitario para las aeronaves “propiedad de Rusia, registradas en Rusia o controladas por Rusia”.
Según sus palabras, esos aviones no podrán aterrizar, despegar o volar sobre el territorio de la UE y la restricción se aplica a todas las aeronaves, incluidas las privadas. Decisiones similares aplicaron luego Canadá y Estados Unidos.
La acción forma parte de las medidas punitivas aplicadas contra Rusia luego del inicio de la operación militar de Moscú en Ucrania el pasado 24 de febrero, en respuesta a la solicitud de apoyo de los líderes de las repúblicas de Donbass, ante el incremento de los ataques de Kiev.
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