El también primer vicepresidente del Consejo de la Federación (Cámara Alta del Parlamento) calificó la acción de esas compañías de una “quiebra deliberada”, publicó el servicio de prensa del partido.
“Occidente desató una guerra de sanciones contra Rusia, no solo a nivel gubernamental, sino también empresarial. Algunas compañías anuncian su retirada de Rusia y el cierre de sus empresas. Últimamente, lo anunciaron las finlandesas Valio y Paulig, Fazer hizo lo mismo el día anterior”, comentó.
Turchak subrayó que tales medidas provocan el despido de un gran número de trabajadores rusos de la noche a la mañana, además de que socavan sus propias economías.
Enfatizó que la principal tarea del país es salvar puestos de trabajo y no permitir que la economía y el potencial de producción nacional se destruyan desde adentro.
“Esta es una guerra real, librada no solo contra Rusia en su conjunto, sino contra sus ciudadanos. No nos quedaremos con los brazos cruzados. Tomaremos duras medidas de represalia, actuando de acuerdo con las leyes de tiempos de guerra”, puntualizó.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) le solicitaran ayuda para repeler la agresión de Kiev. Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
El presidente ruso, Vladimir Putin, al informar a la población sobre el inicio de la operación, señaló que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio por parte de Kiev durante los últimos ocho años y “desmilitarizar” Ucrania.
Por su parte, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Japón y los países de la Unión Europea impusieron nuevas sanciones a Rusia, apuntando a sectores clave del comercio, las finanzas, la energía, las exportaciones y la aviación.
Las medidas incluyeron la desconexión de algunos bancos de la plataforma internacional de pagos Swift, el cierre del espacio aéreo para sus aerolíneas y la paralización de las reservas internacionales del Banco Central de Rusia.
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