Las tarjetas de pago emitidas por JCB serán inútiles en la nación euroasiática desde el 14 de marzo, fecha en que dejarán de funcionar las emitidas por bancos rusos en la red de cajeros en Japón.
Antes fueron inhabilitadas fuera de Rusia las tarjetas de pago de las empresas estadounidenses Visa, MasterCard emitidas por entidades financieras de este país, aunque podrán seguir siendo usadas en el interior de la nación.
Este martes, el portavoz del Gobierno japonés, Hirokazu Matsuno, manifestó en conferencia de prensa la protesta de Tokio porque el país fuera incluido por Moscú en su lista de países y territorios inamistosos.
“La designación por parte de Rusia como país inamistoso es lamentable y hemos manifestado una protesta”, señaló.
Ayer, el Kremlin informó una lista de Estados y territorios considerados inamistosos por sus actos contra Rusia, sus empresas y ciudadanos; en particular, porque impusieron o apoyaron las sanciones contra esta nación después del inicio de la operación militar en Ucrania, el pasado 24 de febrero.
En el listado están Estados Unidos y Canadá, los estados de la Unión Europea, además de Reino Unido, incluidos los territorios de Jersey, Anguila, las Islas Vírgenes Británicas y Gibraltar.
También aparecen Ucrania, Montenegro, Suiza, Albania, Andorra, Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, San Marino y Macedonia del Norte, así como Japón, Corea del Sur, Australia, Micronesia, Nueva Zelanda, Singapur y Taiwán.
Las autoridades del país establecieron la lista a raíz de la aprobación del decreto presidencial “Sobre la ordenación temporal de las obligaciones con determinados acreedores extranjeros”, el pasado 5 de marzo.
Según ese ordenamiento, los ciudadanos, empresas y el propio Estado, con sus regiones y municipios, que tengan deudas en divisas con acreedores extranjeros de la lista de países inamistosos podrán pagarlas en rublos.
Desde finales de febrero, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Japón y los Estados miembros de la Unión Europea, junto a otros países, impusieron numerosas restricciones a Rusia, apuntando a sectores clave del comercio, las finanzas, la energía, las exportaciones y la aviación.
Las medidas implicaron la desconexión de algunos bancos nacionales del sistema de pago internacional Swift, el cierre del espacio aéreo para sus aerolíneas y la paralización de las reservas internacionales del Banco Central de Rusia.
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