El jefe del Centro Nacional de Control de Defensa de Rusia, coronel general Mijaíl Mizíntsev, indicó que la decisión se aplicará dada la situación humanitaria «causada por los ultrajes y la anarquía de los nacionalistas, así como para garantizar la seguridad de los civiles y ciudadanos extranjeros».
Según el también jefe del cuartel general para la coordinación de ayuda humanitaria en Ucrania, las fuerzas rusas declaran el alto al fuego en esas ciudades a partir de las 10:00, hora local, y desde ese momento estarán listas para proporcionar corredores humanitarios.
El Ministerio de Defensa ruso señaló que está información fue enviada a la vice primera ministra de Ucrania, Irina Vereschuk, para la coordinación de los detalles logísticos de los traslados.
La declaración reclama a la contraparte ucraniana que debe proporcionar garantías de seguridad en las rutas declaradas de la operación humanitaria.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) solicitaran ayuda para repeler la agresión de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
El presidente ruso, Vladimir Putin, en un discurso televisado para informar sobre el inicio de la operación, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio por parte de Kiev durante los últimos ocho años y “desmilitarizar” Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques no están dirigidos a la población ni las ciudades ucranianas, sino contra objetivos e infraestructuras militares.
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