La afectación ha sido de manera desproporcionada, mientras entre todas las regiones del mundo registramos la mayor cantidad de víctimas fatales por el padecimiento, declaró en conferencia de prensa la directora general de la entidad, Clarissa F. Etienne.
Al menos seis millones de defunciones asociadas al SARS-CoV-2, patógeno de la Covid-19, se produjeron en el orbe y casi la mitad ocurrió en este continente, a pesar de que alberga menos del 13 por ciento de los habitantes del planeta, lamentó la autoridad.
“Esta es una tragedia de enormes proporciones, y sus efectos se sentirán en los años venideros”, advirtió, al tiempo de afirmar que más allá de los fallecimientos, la pandemia ha tenido consecuencias devastadoras en la salud de las personas a largo plazo.
Una cifra superior a los 148 millones de ciudadanos en Las Américas han estado enfermos con Covid-19, y los primeros estudios muestran que algunos sobrevivientes sufrirán sus secuelas de por vida, señaló.
Retomó un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud que muestra cifras asombrosas sobre el impacto en la salud mental: las tasas de depresión y ansiedad se dispararon en un 25 por ciento a nivel global, con mayor gravedad en mujeres y jóvenes, subrayó.
“Todos queremos que termine la pandemia, pero el optimismo por sí solo no puede controlar el virus”, consideró Etienne, para quien es demasiado pronto para bajar la guardia.
Las medidas de salud pública se están dejando atrás en muchas partes de la región, insistió, cuando algunos países, pero no todos, toman esa decisión basándose en evaluaciones de riesgo y datos de salud, remarcó.
“La variante Ómicron todavía existe y esta pandemia es impredecible”, comentó y pidió aprovechar las lecciones de los últimos dos años como preparación para una acción rápida ante una nueva variante o si ocurren brotes entre aquellos que siguen siendo vulnerables.
La OPS reconoció algunos logros en la lucha contra la Covid-19 y mencionó que al inicio “no sabíamos mucho sobre el virus”, actualmente “tenemos vacunas seguras” protectoras de las enfermedades más graves y que están salvando innumerables vidas.
Recordó que el uso de mascarillas, el distanciamiento físico y otras medidas de salud pública funcionan bien para frenar la propagación del virus.
“Debemos estar preparados para endurecer las pautas si los casos vuelven a incrementar”, indicó la directora sanitaria regional.
Cuando los lugares relajan las medidas en el momento equivocado, la transmisión incrementa peligrosamente y perdemos más personal, reflexionó Etienne al concluir una primera parte del intercambio.
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