En un mensaje a la nación, Giammattei confirmó su desacuerdo con la normativa porque viola dos convenciones de las cuales Guatemala es signataria, pero lo más preocupante, dijo, es que viola la Constitución de la República.
Además, presenta deficiencias técnicas en su redacción, explicó en su corta intervención, luego de que el 8 de marzo se aprobara en el Hemiciclo a toda carrera la iniciativa de Ley 5272 en tercera lectura y redacción final, la cual dio origen al ahora polémico Decreto.
Incluso ese mismo Día Internacional de la Mujer, varios grupos de ellas se dirigieron al Legislativo para expresar su rechazo a un texto considerado retrógrado y que estigmatiza la diversidad sexual, además de endurecer las penas contra el aborto.
Los plantones continuaron este jueves en las afueras del edificio parlamentario, donde organizaciones nacionales y extranjeras exigieron retractarse a los 101 diputados que dieron su visto bueno.
Entre los argumentos, señalaron que viola los derechos humanos, fomenta el odio y la discriminación y, además, no protege a la familia ni la vida.
Para tomar distancia del tema, Giammattei aclaró que no fue una iniciativa del Ejecutivo, a pesar de su coincidencia con la declaración ayer de Guatemala como «Capital iberoamericana por la Vida», un nombramiento también aquí muy polémico.
«No podemos unir una cosa con la otra», manifestó, al tiempo que pidió a la presidenta del Congreso, Shirley Rivera, que no envíe la ley a su despacho, porque la misma será vetada.
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