El embajador de Cuba en México, Marcos Rodríguez Costa, acompañado de una nutrida representación de la sede diplomática de la Isla, izó la enseña nacional de cinco franjas y una estrella en un asta que resalta entre las de otros países que engalanan este pedazo del México prehispánico.
Tras subrayar la importancia histórica del lugar ante autoridades estatales, amigos y representaciones culturales y de grupos étnicos originarios, Rodríguez Costa dijo que el significativo gesto de izar nuestra enseña de la estrella solitaria en el centro de Teotihuacán, es un impulso para una mayor convivencia cultural y turística entre Cuba y México.
Teotihuacán fue una urbe cosmopolita en cuyo florecimiento se vieron involucrados grupos de diverso origen étnico, como muestran los descubrimientos en el barrio zapoteco de la ciudad y la presencia de objetos provenientes de otras regiones de Mesoamérica, sobre todo de la región del Golfo y del área maya.
Los restos arqueológicos del lugar son motivo de interés para las sociedades posteriores al declive de la cultura teotihuacana en Mesoamérica, y sus ruinas han sido exploradas desde la época prehispánica, entre otros, por los toltecas y los mexicas.
El descubrimiento de objetos teotihuacanos en los yacimientos arqueológicos de Tula y el Templo Mayor de México-Tenochtitlan así lo confirma, indica la literatura específica de la región que, en la mitología nahua posclásica, aparece como el escenario de mitos fundamentales wue incluye la famosa leyenda de los Soles de los mexicas.
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