La principal organización de agricultores italianos con cerca de dos millones de afiliados mostró preocupación por cómo el incremento de los costos de la energía se traslada a la cadena agroalimentaria y golpea a los agricultores quienes están obligados a vender por debajo del costo.
Coldiretti hizo referencia en una información publicada este miércoles al último informe del Instituto Nacional de Estadística (Istat) el cual reportó en febrero un salto del 45,9 por ciento en los costos de la energía, que repercuten en los precios de muchos productos alimenticios.
Situación que, apuntó, dificulta aún más las compras de los 5,6 millones de italianos que se encuentran en condiciones de pobreza absoluta.
Los altos precios de los energéticos se trasladan a los presupuestos de las empresas agrícolas, apuntó Coldiretti, por lo cual la agricultura debe pagar una factura adicional de al menos ocho mil millones anuales, en comparación con el año anterior, lo que pone en riesgo los cultivos y la ganadería.
Detalló que la elevación de los precios es en los procesados (+3,1 por ciento) como en los no procesados (+6,9) y precisó que el mayor aumento con un salto del 19 por ciento corresponde al aceite de semilla, como en un 17 por ciento de verduras frescas, la mantequilla (+ 12), mariscos (+ 10).
Explicó al respecto que en un país como Italia donde el 85 por ciento de las mercancías viajan por carretera para llegar a los estantes, el aumento de los precios de la gasolina y el gasóleo incrementa los costos de las empresas y el gasto de los consumidores.
Aumento extendido a toda la cadena agroalimentaria, desde los campos hasta la industria de transformación, la conservación y la distribución.
El presidente de Coldiretti Ettore Prandini reiteró la necesidad de Italia de “intervenir para contener la energía cara y reducir la dependencia del exterior para la importación de productos alimenticios”.
Señaló que este país debe “aspirar a aumentar su producción de alimentos recuperando el espacio hasta ahora ocupado por las importaciones que están cada vez más expuestos a las tensiones internacionales y de mercado…”
Pidió actuar de inmediato para impedir el cierre de las granjas, fomentar la reestructuración y renegociación de la deuda de las empresas agrícolas, proporcionar un nuevo apoyo urgente para las cadenas de suministro.
Entre otros aspectos también solicitó invertir para aumentar la producción y los rendimientos de la tierra.
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