Tales afectaciones también están presentes en la escasez de cultivos básicos, lo cual ya se extiende a las naciones más vulnerables del mundo, incluido el Cuerno de África, donde las personas más pobres corren el mayor riesgo, advirtió ese organismo de las Naciones Unidas.
Esta situación se enmarca dentro de la creciente preocupación de la comunidad internacional por el incremento del hambre y la pobreza a nivel global por la guerra en Ucrania.
De acuerdo con el FIDA, una cuarta parte de las exportaciones mundiales de trigo provienen de Rusia y Ucrania, el 40 por ciento de ese cereal y del maíz ucraniano va para África y Medio Oriente, regiones que ya lidian con problemas de hambre, y donde la escasez de alimentos o el incremento de los precios empujarán a millones de personas más a la pobreza.
Rusia es también el mayor productor de fertilizantes del mundo, incluso antes del conflicto, las elevadas cotizaciones de ese insumo contribuyeron el pasado año al alza del valor de los alimentos en alrededor del 30 por ciento.
Para el presidente del FIDA es altamente preocupante que esa conflagración sea una tragedia para los más pobres del mundo que viven en áreas rurales y que no pueden deslindarse de los incrementos de precios de los productos básicos y los insumos agrícolas, que resultarán de perturbaciones en el comercio mundial.
Dicha situación podría provocar una escalada del hambre y la pobreza con graves consecuencias para la estabilidad mundial, advirtió.
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