No obstante el jefe del equipo negociador ruso advirtió que existen matices en las propuestas de acuerdo relacionadas con garantías de seguridad que obtendría Ucrania además de las existentes, en caso de que se niegue a entrar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Los representantes de ambos países coincidieron esta semana en que un arreglo de ese tipo al estilo austriaco o sueco de Estado desmilitarizado pudiera convertirse en un compromiso factible, una luz en el camino de este diálogo difícil.
“Nos gustaría que sea un acuerdo para generaciones, para que nuestros hijos también vivan en paz, este proceso de negociaciones está cimentando la base para ello”, apuntó Medinski, quien aclaró que las condiciones de Moscú siguen invariables.
“Necesitamos una Ucrania pacífica, libre, independiente, neutral, no miembro de bloques militares, no un miembro de la OTAN, un país que es nuestro amigo, un vecino con el que estamos desarrollando relaciones juntos, construyendo nuestro futuro”, subrayó.
Aclaró que Moscú está en contra de una Ucrania que sea trampolín para ataques militares y económicos contra Rusia.
Delegaciones ministeriales de ambos países sostuvieron tres encuentros presenciales para encontrar una solución al conflicto bilateral y el cese definitivo de los enfrentamientos. Estas reuniones tuvieron lugar en diferentes lugares de Belarús los días 28 de febrero, 3 y 7 de marzo.
Luego, el 10 de marzo, los ministros de Asuntos Exteriores de Rusia y Ucrania, Serguéi Lavrov y Dmitri Kuleba, se reunieron en la ciudad turca de Antalya.
Una ronda en formato de videoconferencia comenzó el pasado lunes, fue interrumpida ese mismo día para una “pausa técnica”, según la calificaron las partes, y continuaron hasta este viernes sin que conozcan resultados concretos de las pláticas.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
El presidente ruso, Vladimir Putin, en un discurso para informar sobre el inicio de la operación, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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