El asesor legal, Michael Olson, precisó que el proyecto de recolectar armas y municiones en poder de la ciudadanía y sustituirlas por vales canjeables en mercados tendrá lugar en el corregimiento Don Bosco, distrito Panamá, de la provincia homónima, para luego seguir hacia otros territorios del interior del país centroamericano.
Es una actividad confidencial, segura, precisó el funcionario, en la que las personas pueden aproximarse con tranquilidad y acogerse al programa iniciado el 13 de diciembre de 2021, hasta ahora en la capital del istmo, bajo el auspicio de la Gobernación de Panamá y el Ministerio de Seguridad Pública.
Ese proyecto, constató Prensa Latina, comenzó por la humilde barriada de San Miguelito y durante dos días realizaron el intercambio de armamento de tipo y pertrechos por bonos válidos para adquirir productos en supermercados y comercios.
En noviembre del pasado año, varios informativos llamaron aquí la atención sobre el tráfico de unas 700 mil armas ilegales que ingresan desde Estados Unidos a las redes criminales, de las cuales un 10 por ciento llegan a las pandillas.
A juicio de investigadores del Ministerio de Seguridad, el tráfico de drogas hacia la nación norteña tiene acciones de control, pero no sucede igual con el armamento y dinero ilegales que viaja en sentido inverso.
Estadísticas recientes dan cuenta de la existencia de más de 140 pandillas, mientras la Fiscalía contra la Delincuencia Organizada estima que en los últimos años se están despertando los delitos, sobre todo los relacionados con el narcotráfico.
Todo esto frente a un crimen organizado poderoso, altamente rentable que aprovecha la situación a su favor para dominar comunidades y sectores más humildes e imponer control en algunas zonas a través de las armas.
Las provincias de Panamá, Colón y Panamá Oeste son las de mayor auge de la actividad de estas organizaciones criminales, aunque no se descarta su presencia en otros territorios, de acuerdo con estudios de la institución.
Aunque la actividad de las pandillas como regla las asocian a hurtos y robos, principalmente en el área donde residen, en los últimos años se incrementaron los delitos asociados a secuestros, sicariato y la comercialización regional de estupefacientes.
La gobernadora de Panamá, Carla García, destacó ante medios periodísticos el impacto de Pacificando mi Barrio y señaló que hasta diciembre último se habían entregado más de 40 mil dólares en bonos a cambio del canje con las armas.
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