De acuerdo con un reporte elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), en la región el racismo, el sexismo, el adultocentrismo y la heteronormatividad marcan la vida de este segmento poblacional.
De igual forma lo hace el perfilamiento racial, que son todas las acciones realizadas por la policía o un funcionario encargado de hacer cumplir la ley contra una persona o colectivo, basadas en sus características físicas (color de la piel, origen étnico, apariencia y otros).
Estas realidades repercuten directamente en la educación, salud y oportunidades de empleo de estos jóvenes, lo cual se agudizó como consecuencia de la pandemia de Covid-19, apunta el estudio.
América Latina recibe el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, que se celebra cada 21 de marzo, con la necesidad de impulsar políticas y programas que contribuyan a superar estas diferencias y fortalezcan liderazgos de personas jóvenes y organizaciones juveniles afrodescendientes.
Su rol debe ser protagónico en la construcción de propuestas y acciones vinculadas a su entorno y realidad, para transformar el panorama actual, señalan la Cepal y el Unfpa.
Actualmente en el área latinoamericana existen 134 millones de personas que se autoidentifican a partir de categorías relacionadas con la afrodescendencia o el color de la piel, lo cual representa el 20,9 por ciento de la población total, precisa la investigación.
El 21 de marzo de 1960 la policía abrió fuego a una manifestación pacífica contra las leyes del apartheid en Sharpeville, Sudáfrica, y asesinó a 69 personas.
Seis años después, la Organización de Naciones Unidas proclamó la fecha como Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, para que la comunidad internacional redoble esfuerzos por suprimir todas las formas de segregación.
jf/kmg