De forma paralela, se acentúa la huelga de transportistas por el alza en los combustibles y persisten amenazas de paro general del sector de la pesca, en un ambiente muy tenso en el país ibérico.
Las entidades de autónomos UPTA y UATAE, la organización en defensa de los consumidores FACUA y la confederación estatal de asociaciones vecinales (CEAV), también se sumarán a los reclamos de medidas urgentes para paliar la subida de los precios en casi todos los renglones.
El Gobierno intenta de diversas formas neutralizar estas acciones desestabilizadoras, en particular con el anuncio de ayudas al transporte de mercancías por carretera, pero aun así, no hubo reacción positiva.
La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, aseguró que la mayoría de los integrantes del rubro no se han sumado a la huelga que lleva ya casi nueve días. Sin embargo, los conductores de camiones y algunas patronales se añadieron a las manifestaciones.
La Confederación Española de Transporte de Mercancías, que aboga por el diálogo con el Gobierno, está enfrentando dificultades y sus medios han requerido de escoltas de la policía para poder proseguir con sus labores.
La ministra Sánchez confió en que el paro terminará hacia el fin de semana, al explicar que desgranará los compromisos del Gobierno para compensar el aumento del precio de los combustibles, con una partida de 500 millones de euros.
Aclaró que necesita un margen para negociar con la Comisión Europea en Bruselas, en torno a si hay posibilidades de aplicar otras medidas a tono con la filosofía del bloque comunitario.
Aunque el ambiente es de huelgas y exigencias al Ejecutivo de respuestas emergentes, los productores y exportadores de frutas y hortalizas, así como de alimentos en general, se pronuncian por soluciones razonables para todas las partes, porque estas acciones pudieran tener un efecto boomerang en sus trabajos.
El problema de las tarifas de gasolina y gasoil comienza a impactar en los precios de productos de consumo en los mercados y supermercados. También en farmacias, carnicerías, pescaderías y pequeñas y medianas empresas sin el soporte financiero de los bancos.
Son las consecuencias de la operación militar emprendida por Rusia en Ucrania desde el pasado 24 de febrero, que ha disparado los precios de los combustibles.
Ahora igualmente es visto con escozor el paso dado por el Gobierno de España de respaldar la iniciativa de Marruecos para la resolución del conflicto en el Sahara Occidental, rechazado de plano por el Frente Polisario, y Argelia.
Argelia es el principal suministrador de gas de España y ante este cambio de rumbo de Madrid, pudiera decidir no continuar con los envíos del hidrocarburo.
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