Al instalar un foro ministerial en línea, dedicado a abordar los desafíos en el sector a un año del azote de la pandemia, calificó de catástrofe las consecuencias de la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2, que con el cierre de escuelas adoptado para enfrentarla alejó de las aulas a mil 600 millones de alumnos, el 91 por ciento del total en el planeta.
Todavía seguimos en terreno frágil, porque más de mil millones de niños y adolescentes siguen lidiando con problemas, alrededor de dos tercios del estudiantado global, advirtió.
Azoulay recordó las afectaciones en los presupuestos destinados a la educación ante la crisis económica provocada por la Covid-19.
Necesitamos de la solidaridad, porque cada día que pasa la enseñanza pierde terreno, dijo la directora general de la Unesco, quien lamentó que 100 millones de niños adicionales carecerán de las habilidades básicas de lectura por el cierre de las escuelas.
Asimismo, mencionó que otras 11 millones de niñas pudieran no volver jamás a clase, con 130 millones ya en esa situación.
La situación imperante amenaza el futuro de las sociedades y si no actuamos, aumentarán la exclusión y las desigualdades, con una tendencia que apunta a no lograr la meta de la educación para todos hasta el 2050, señaló.
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