La marcha inició frente a a sede del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, desde donde los manifestantes se desplazaron hasta el centro histórico acompañados de cartelas y coreando consignas.
El Frente Unitario de Trabajadores (FUT) fue la organización que convocó la acción, para manifestar al ejecutivo descontento con temas como el proyecto de Ley de Atracción de Inversiones, presentado por el gobierno nacional al Parlamento, con carácter económico urgente y pendiente del debate final previsto mañana.
En opinión de numerosos sectores sociales y gremios, la propuesta legal implica privatizaciones de sectores estratégicos.
Angel Sánchez, presidente del FUT, lideró la protesta pacífica, que intentó llegar a la sede de la presidencia de la república, pero sin lograrlo, ante los cierres de accesos al Palacio de Carondelet, por parte de la policía.
Maestros, estudiantes, trabajadores municipales, de la Empresa Eléctrica de Quito y colectivos de mujeres fueron parte de la movilización.
Defensa de la seguridad social, del presupuesto para las universidades, así como apoyo a la reforma laboral propuesta por los obreros, fueron otros de los motivos de la protesta, que retomó acciones desarrolladas en enero último.
Según adelantó Nelson Erazo, dirigente del Frente Popular, mañana representantes de diversos sectores acudirán a los exteriores de la Asamblea Nacional, en espera del fallo del pleno sobre la normativa.
Por su parte, Mesías Tatamuez, otro dirigente de los trabajadores, advirtió que la marcha no entorpecería las mesas de diálogos iniciadas con el gobierno sobre la Ley laboral y abogó por un consenso sobre un nuevo Código del Trabajo.
Isabel Vargas, presidenta de la Unión Nacional de Educadores, pidió al ejecutivo convocar a una mesa técnica para definir asuntos como la equiparación salarial progresiva contenida en la nueva Ley Orgánica de Educación Intercultural, recién aprobada por el legislativo.
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