Una corta explosión en la mañana de este sábado aconsejó elevar de tres a cinco el nivel de alerta debido a la intrusión de magma en el cráter principal, lo que según el Instituto Nacional de Vulcanología pudiera generar otras emisiones.
La actividad casi continua de material magmático en el interior del cono produjo columnas de humo de hasta mil 500 metros de altura y varios pequeños sismos volcánicos. En determinado momento se temió la ocurrencia de un tsunami en el lago que rodea al monte.
La peor erupción de un volcán en Filipinas en los últimos tiempos fue la del Pinatubo en 1991, que causó más de 800 muertos. Pero esa desgracia fue superada por otra del Taal en 1911, que mató a unas mil 300 personas.
El archipiélago filipino yace sobre el Cinturón o Anillo de Fuego del Pacífico, que al concentrar algunas de las zonas de subducción más importantes del planeta lo convierte en escenario de frecuentes y violentos fenómenos sísmicos y vulcanológicos.
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