El último ciclo del mayor evento de las artes visuales en la isla propone esta exhibición con obras de 37 artistas que «hurgan en caminos transitados para buscar en el pasado respuestas a los tantos conflictos de hoy».
Al decir de la presidenta del Consejo Nacional de Artes Plásticas, Norma Rodríguez Derivet, el evento siempre ha querido ser un laboratorio vivo, más allá de museos y galerías y en esta edición demostró su poder de convocatoria y se impuso ante los obstáculos y campañas que pretendían boicotearlo.
Creadores de Japón, India y Turquía participan en la recta final del certamen junto a colegas de la nación caribeña para visualizar sus proyectos relacionados con el arte contemporáneo, su realidad y desafíos en los escenarios actuales.
Entre las exhibiciones previstas para la actual etapa se encuentran Horizontes Inestables en la Fototeca de Cuba, La Poética del Vacío de Factoría Habana; así como la reinauguración de Caminos que no conducen a Roma en la sede del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam.
Integran la agenda expositiva La encrucijada del hombre nuevo, una utopía vista en el tiempo en el Palacio Lombillo, Cabaret literario con Valérie Mréjen y El Oso, ambas en la Alianza Francesa ubicada en la calle del Prado habanero y el proyecto Detrás del Muro en el malecón.
Hasta el 30 de abril acontecerá la Bienal que desde el 12 de noviembre de 2021 abrió sus puertas en Cuba bajo el lema Futuro y Contemporaneidad en respuesta a los deseos de artistas y especialistas de las artes visuales de reencontrarse luego del aislamiento social impuesto por la Covid-19.
Creemos que es nuestra misión defender la existencia de este espacio antihegemónico, que privilegia el diálogo, la libertad y, sobre todo, el derecho del arte a existir y ser compartido, reconociendo su poder de impulsar a la humanidad hacia un futuro más prometedor e inclusivo, añadió en su apertura el director Nelson Rodríguez de Arellano.
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