El proceso, cuyo inicio estaba previsto para horas de la mañana, fue suspendido a poco de comenzar por un ataque de pánico de Áñez quien fue rápidamente atendida por el personal de salud del penal de Miraflores, donde la también exsenadora cumple prisión preventiva.
La vista inicial del juicio sesionaba de manera virtual, con respeto a lo estipulado en el código legal, refiere la Agencia Boliviana de Noticias, y antes de la interrupción fueron presentadas las partes involucradas en el proceso, los respectivos equipos legales y listas de testigos.
El Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional del país suramericano refirió en un comunicado que el ataque de la acusada buscaba interferir con la audiencia.
Esa conducta y las maniobras dilatorias de sus abogados “reflejan una actitud obstaculizadora y contraria al derecho constitucional a contar con decisiones judiciales en un plazo razonable y sin dilaciones”, precisa el texto.
Junto a la nueva fecha del proceso, esa cartera del Estado informó que declaró en rebeldía a los excomandantes militares Williams Kaliman, Vladimir Yuri Calderón, Elmer Flores y Carlos Orellana, todo implicados en la asonada.
Por resolución de la justicia serán patrocinados por abogados del Servicio Plurinacional de Defensa Pública, precisa el comunicado.
Áñez enfrenta varios cargos relacionados con el Golpe de Estadio que en noviembre de 2019 terminó con el mandato de Evo Morales, y de acuerdo a las leyes del país podría enfrentar hasta 10 años de cárcel por ellos.
En prisión preventiva para evitar su salida del país, como otros altos cargos de su gobierno, la exmandataria de facto es responsabilizada además por las masacres de Senkata y Sacaba, donde una treintena de bolivianos fueron asesinados por efectivos de la policía y el ejército.
Familiares de las víctimas se manifestaron hoy en las afueras de Miraflores y alrededores del Palacio de Justicia en esta capital para exigir justicia, y pidieron hasta 30 años de cárcel para Áñez y otros implicados en los referidos sucesos.
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