Un portavoz oficial señaló este martes que los representantes de Polonia y República Checa cancelaron previamente su asistencia a la cita, prevista los días 30 y 31 de marzo en esta capital, debido al rechazo de Budapest a aplicar algunas medidas contra Moscú.
El presidente húngaro, Viktor Orban, rechaza la aplicación de restricciones relacionadas con temas energéticos, así como los planes para destinar una misión de mantenimiento de la paz de la Unión Europea en Ucrania.
Hungría ocupa actualmente la presidencia rotatoria del grupo de Visegrado, una plataforma regional que incluye además a Polonia, la República Checa y Eslovaquia, para tratar sobre cooperación política, cultural y militar, y otros asuntos de interés para esas naciones.
El 25 de marzo último el portavoz del gobierno húngaro, Zoltán Kovács, reafirmó que este país se mantendrá neutral en torno al conflicto en Ucrania, y desautoriza en tal sentido el trasiego de armas a través de su territorio.
Budapest enfrenta fuertes presiones para que cambie esa postura respecto a la operación militar especial emprendida por Rusia en Ucrania con el argumento de proteger la integridad de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
El despliegue respondió a una petición de esos gobiernos ante el incremento de ataques por parte de Kiev y grupos armados neonazis y nacionalistas de extrema derecha.
Pese a que Moscú advirtió que el operativo no está dirigido contra instalaciones civiles y que el objetivo principal es «desmilitarizar y desnazificar» a Ucrania, sobre el país euroasiático pesan hoy varios paquetes de medidas con el propósito asfixiarlo económicamente.
Entre las acciones contra Moscú está el corte del suministro de gas desde Rusia, una acción igualmente rechazada por Hungría.
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