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El jefe de las fuerzas de defensa radiológica, química y biológica de las Fuerzas Armadas rusas, teniente general Ígor Kiríllov, aseguró que los documentos evidencian su relación con empleados de la Agencia de Reducción de Amenazas del Departamento de Defensa de Estados Unidos y contratistas del Pentágono en Ucrania.
La denuncia llamó la atención sobre el hecho de que medios de comunicación occidentales también se refirieron a la existencia de dichos documentos.
“El contenido demuestra que Hunter Biden contribuyó a crear una oportunidad financiera para realizar trabajos con los patógenos en Ucrania al garantizar la atracción de fondos para Black & Veatch y Metabiota”, dijo Kiríllov a la prensa.
Este jueves la comisión parlamentaria rusa de investigación sobre las actividades de los biolaboratorios en Ucrania informó que considera la posibilidad de invitar a testificar a la subsecretaria de Estado estadounidense de Asuntos Políticos, Victoria Nuland, y al hijo del presidente de ese país, Hunter Biden.
Antes, el presidente de la Duma Estatal (Cámara Baja), Viacheslav Volodin, exigió una explicación del jefe de Estado estadounidense, Joe Biden, sobre los vínculos de su hijo con los experimentos militares de biolaboratorios ucranianos.
“No es cualquier persona involucrada en la creación de biolaboratorios en Ucrania, sino el mismísimo presidente de Estados Unidos”, escribió el político en Telegram.
Subrayó que el fondo de inversión dirigido por su hijo es uno de los financistas de la investigación y la implementación del programa militar-biológico de Estados Unidos en ese país. “Obviamente, Joe Biden, tanto como padre, como jefe de Estado, conocía estas actividades”, opinó Volodin.
Según el diputado el presidente estadounidense está obligado a explicar a la comunidad mundial los hechos descubiertos por las fuerzas rusas en Ucrania, mientras el Congreso de ese país debería iniciar su propia investigación.
Nuland, por su parte, al hablar en una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense el pasado 9 de marzo, admitió que hay objetos en Ucrania donde se realizan investigaciones en el campo de la biología y Washington está tratando de evitar que caigan bajo el control de las fuerzas rusas.
Sin embargo, las pruebas de una limpieza de emergencia por parte de Kiev de los rastros del programa biológico militar implementado en Ucrania y financiado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, fueron reveladas.
Según el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, mayor general Ígor Konashénkov, se recibió información de los empleados de laboratorios biológicos ucranianos sobre la destrucción de emergencia de patógenos especialmente peligrosos el 24 de febrero, entre ellos peste, ántrax, tularemia y cólera.
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