La información ingresó esta semana en el Registro del Congreso a pedido del representante republicano Matt Gaetz, quien entregó una copia de los datos contenidos en un computador perteneciente al descendiente del jefe de la Casa Blanca, Joe Biden.
De acuerdo con correos electrónicos encontrados en ese dispositivo y revisados por The New York Post, Hunter ayudó a concluir un contrato multimillonario entre el gobierno norteamericano y la compañía médica Metabiota, la cual prestó servicios a Black&Veatch, otra contratista del Pentágono que construyó instalaciones biológicas en suelo ucraniano.
De esa forma, el Post confirmó que es cierta la acusación de Rusia de que Hunter “financiaba” laboratorios biológicos en Ucrania, donde Moscú implementa una operación militar para desmilitarizar y desnazificar la nación vecina, según el Kremlin.
Anteriormente, el diario británico Daily Mail señaló que obtuvo también los correos electrónicos de una computadora portátil de Hunter que confirman la inversión de 500 mil dólares en Metabiota a través de su empresa Rosemont Seneca Technology Partners.
Los documentos sugieren que el pequeño Biden tenía un papel destacado al garantizar que Metabiota fuera capaz de realizar su investigación sobre patógenos solo a unos cientos de millas de la frontera con Rusia, precisó el artículo.
Sobre la autenticidad de los archivos, The Washington Post admitió este miércoles que el dispositivo electrónico realmente existe, pertenece a Hunter y los correos electrónicos que lo vinculan con negocios ilegales en el extranjero son auténticos, según validaron con expertos cibernéticos.
El Ministerio de Defensa de Rusia acusó la semana pasada al fondo de inversiones Rosemont Seneca Thornton y al Fondo Soros, de participar en la financiación de los supuestos laboratorios de armas biológicas en Ucrania patrocinados por el Pentágono.
Paralelamente a este asunto, la investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre las actividades comerciales de Hunter Biden cobró fuerza en los últimos días.
La pesquisa iniciada en 2018 se refiere a sus múltiples actividades financieras y comerciales en el extranjero que datan de cuando el padre del abogado de 52 años era vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) y analizan si hubo lavado de dinero o evasión de impuestos.
Este escándalo pone en aprietos a papá Biden y a los demócratas, que en estos momentos cuentan con bajos índices de aprobación y faltan siete meses para las elecciones de mitad de mandato que podrían resultar en importantes pérdidas para su partido en el Congreso.
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