La víspera, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia anunció la expulsión del país de diplomáticos de Suecia, Polonia y Alemania, acusados de participar el 23 de enero en manifestaciones no autorizadas por la liberación del opositor en San Petersburgo y Moscú.
Moscú calificó los hechos de intromisión en sus asuntos internos y las expulsiones fueron comunicadas ayer por el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, a su homólogo de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, durante conversaciones en esta capital.
En conferencia de prensa después del encuentro, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia dijo que la UE es un socio poco confiable, en referencia a las exigencias de liberación de Navalny y las amenazas de posibles sanciones por parte del bloque.
‘Estamos construyendo nuestra vida partiendo del hecho de que la Unión Europea es un socio poco confiable, al menos en esta etapa’, aseguró Lavrov, citado por la agencia RIA Novosti.
Sobre el tema, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, manifestó que la demanda reciente del presidente estadounidense, Joe Biden, de liberar al bloguero opositor, es parte de una retórica agresiva y poco constructiva.
‘Esta es una retórica muy agresiva y poco constructiva, a nuestro pesar. Las notas de algún tipo de ultimátum son generalmente inaceptables para nosotros’, señaló Peskov, según la agencia de noticias TASS.
Subrayó que Moscú no ‘hará caso de tales declaraciones’, refiriéndose a las palabras de Biden sobre Rusia durante su primer discurso de política exterior.
El presidente estadounidense acusó a Moscú de ‘suprimir las libertades’ y exigió la liberación del bloguero opositor ruso, quien deberá cumplir dos años y medio de prisión bajo acusaciones de fraude a gran escala en el ámbito de su actividad empresarial.
Este jueves, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zajárova instó a Estados Unidos y otros países de Occidente a respetar el derecho soberano de Rusia a decidir sobre sus asuntos internos.
mem/mml