Según destacó, la mayor de las Antillas resiste desde hace seis décadas un severo cerco económico, comercial y financiero que provoca grandes privaciones al pueblo cubano y constituye el principal obstáculo para el desarrollo.
En su intervención en un diálogo informal interactivo en ONU sobre el mercado de insumos primarios, Pedroso ofreció detalles sobre esa política de Washington que impide a Cuba mantener relaciones normales con instituciones financieras internacionales y con las empresas de otros países.
Asimismo, apuntó, obstaculiza acceder en igualdad de condiciones a las mejores tecnologías y que puedan establecerse nexos de comercio, financiamiento e inversión con el mundo.
El embajador rechazó la aplicación de medidas económicas coercitivas unilaterales, incompatibles con el derecho internacional y la Carta de Naciones Unidas, que dificultan el cumplimiento de la #Agenda2030.
Tales acciones impiden a los Estados insertarse en los mercados internacionales, entre ellos los de los productos básicos, en igualdad de condiciones, y de forma justa e inclusiva, añadió.
En ese sentido, Pedroso abogó por transformar el injusto orden económico internacional y las desiguales relaciones de producción y comercio existentes.
Igualmente, se refirió a la necesidad de incrementar la cooperación de los países en desarrollo con los menos desarrollados, y contribuir a la creación de un entorno internacional propicio al desarrollo sostenible.
Pero hace falta voluntad política real si se quiere poner fin a la pobreza extrema y alcanzar un crecimiento económico inclusive, observó el diplomático cubano.
Actualmente, es necesario una reforma en las cadenas de valor internacionales, controladas generalmente por empresas transnacionales, lo cual posibilitaría a los países en desarrollo alcanzar un mayor grado de industrialización de sus productos, consideró.
«Esto resulta fundamental para el progreso de nuestras naciones y así superar las barreras del subdesarrollo, heredadas en gran medida por un pasado colonial», subrayó.
Pedroso reiteró, además, el apoyo de Cuba para impulsar iniciativas enfocadas en encontrar soluciones a la desigualdad en el mercado de productos básicos y a la dependencia de los países en desarrollo a los mismos.
jha/ifb