Esa acción abarcará los próximos seis meses y representará 180 millones de barriles, la exención más grande de esos valiosos depósitos de la mayor economía mundial, en sus intentos por controlar el alza de las cotizaciones del crudo por el efecto en los mercados del conflicto en Ucrania.
Los futuros del Brent bajaron 34 centavos, o un 0,3 por ciento, a 104,37 dólares el barril, y los del crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) cayeron 1,21 dólares, o un 1,2 por ciento, para venderse a 99,07 dólares el tonel.
A la decisión del presidente Joe Biden, se sumó la de los miembros de la Agencia Internacional de Energía (AIE) de realizar una segunda ronda de liberaciones de sus inventarios de combustible de emergencia.
La guerra entre Rusia y Ucrania ejerce presiones significativas sobre los mercados petroleros mundiales, dijo la AIE en un comunicado, en el cual aclaró que esto ocurre en un contexto de inventarios comerciales que están en su nivel más bajo desde 2014 y una capacidad limitada de los productores para proporcionar suministro adicional en el corto plazo.
Según observadores los barriles que liberará Estados Unidos a partir de mayo no cambia las perspectivas de dificultades en el mercado petrolero para encontrar suficiente oferta en los próximos meses.
La cantidad prevista en ínfima en comparación con las expectativas de que se corten tres millones de toneles diarios de petróleo ruso, en la medida que las sanciones contra Moscú se hagan sentir.
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