Según reporta en su versión digital el diario The Hill, especializado en temas del Congreso, las filas de la agrupación demócrata están divididas: el ala más liberal critica al mandatario y los del centro ven con buenos ojos la propuesta.
Algunos demócratas cuestionan el interés de Biden de inyectar más dinero en el Pentágono, cuyo presupuesto ha aumentado a lo largo de los años; en tanto otros consideran que de cara a las elecciones intermedias y en medio del actual contexto internacional es importante respaldar la defensa.
Por su parte, señala The Hill, los republicanos están en gran medida unidos en sus llamados a invertir aún más en defensa y alegan para ello la supuesta amenaza que representan Rusia y China.
La propuesta de Biden de 813,3 mil millones en gastos militares representa un aumento del cuatro por ciento por encima de los 782 mil que se promulgaron para el año fiscal 2022.
Esta nueva suma, que será discutida por los legisladores, es una de las mayores inversiones en el Pentágono y la seguridad nacional de la historia de Estados Unidos, destaca The Hill.
A juicio del senador demócrata Richard Blumenthal, miembro del Comité de Servicios Armados de la Cámara alta y quien se postula para la reelección este año, después de la asistencia brindada a Ucrania y a los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte urge reponer las propias existencias y suministros.
Un problema que también centra el debate alrededor del gasto de defensa anunciado es cómo la inflación afectará los aumentos que propone Biden, particularmente el presupuesto del Departamento de Defensa.
El Congreso determinará en última instancia cuánto dinero asignar y la expectativa es que esa cantidad sea mayor a propuesta por Biden, apunta The Hill. Pero analistas y parte de la ciudadanía consideran que priorizar gastos de defensa no responde a los verdaderos intereses y preocupaciones nacionales.
De acuerdo con la publicación Bloomberg, el plan militar se basa en supuestos económicos que Biden reconoce como obsoletos, incluida la previsión de que la inflación se reduzca a una cuarta parte de su ritmo actual, el más alto de las últimas cuatro décadas.
Según Katia Dmitrieva, periodista de d Bloomberg, el presidente estadounidense confeccionó la propuesta de acuerdo a proyecciones que cerraron en noviembre de 2021, como es habitual en el proceso presupuestario de la Casa Blanca.
“Desde entonces, sin embargo, las perspectivas económicas han cambiado significativamente, con un aumento récord de la inflación hasta un 7,9 por ciento”, advirtió.
Las proyecciones de Biden no tomaron en cuenta el alza de los precios de los alimentos y el combustible en la nación norteña, que ocurrió a consecuencia del conflicto en Ucrania,
Ahora, la realidad económica inquieta al pueblo estadounidense, y encuestas recientes muestran que la inflación encabeza la lista de preocupaciones de los ciudadanos.
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