La delegación cubana la preside Carlos Fernández de Cossío, viceministro de Relaciones Exteriores, y la mexicana Maximiliano Reyes Zúñiga, subsecretario para América Latina y el Caribe, ambos con mucha experiencia en el tema.
Fuentes cercanas a la delegación visitante señalaron que ambos países analizarán el estado del flujo migratorio entre Cuba y México y el estado de cumplimiento del Memorando de Entendimiento vigente en esa materia.
La reunión servirá con vistas a reafirmar la voluntad y el compromiso de ambos gobiernos de realizar acciones conjuntas para fortalecer la cooperación bilateral en el ámbito migratorio, en aras de garantizar un flujo de viajeros regular, ordenado y seguro, señalaron.
En consecuencia, el gobierno cubano ratificó su compromiso de garantizar una migración dentro de esas coordenadas con el derecho a viajar, emigrar y regresar de los ciudadanos de la isla, de acuerdo con los requerimientos de su ley migratoria, afirman.
Cuba ha sostenido desde 2019 rondas de conversaciones migratorias con 11 países en los que se incluyen suramericanos, centroamericanos y caribeños, muchas de ellas de manera virtual durante la pandemia de Covid-19, pero nunca dejó de atender ese asunto que es primordial en sus relaciones exteriores.
Constantemente ha alertado que los ciudadanos cubanos que salen del país de manera regular, cumpliendo los requisitos establecidos por las normativas migratorias nacionales, en su intento de llegar a territorio estadounidense u otros países por vías irregulares, se convierten en víctimas de traficantes y bandas delincuenciales que operan en la región como ha sucedido en México, agregaron.
Aún así, el gobierno cubano no los ha dejado solos ni abandonados y los ha apoyado desde sus embajadas y consulados cuando han sido burlados, engañados o víctimas de los peligros que se ciernen sobre ellos, incluidos accidentes o agresiones.
En esta XV ronda con autoridades mexicanas, vuelven a salir a flote las medidas adoptadas por la administración Trump en materia migratoria que la del demócrata Joe Biden mantiene como si fuesen suyas y afectan directamente el derecho de los cubanos a viajar, e incluso, a emigrar, indicaron las fuentes.
Un ejemplo específico es el cierre de los servicios consulares de Estados Unidos en La Habana, la interrupción arbitraria e injustificada del otorgamiento de visados a los cubanos, obligándolos a viajar a terceros países sin garantía alguna de otorgamiento del documento, la reducción de la validez de las visas B2, y la prohibición de vuelos directos y chárter a Cuba, excepto La Habana.
También se pondrá sobre el tapete la política consistente de bloqueo de Estados Unidos contra Cuba durante 60 años con la intención de provocar el colapso económico-social de la nación, lo cual daña a cada uno de los cubanos y provoca que muchos de ellos opten por abandonar el país.
El Departamento de Estado ha mantenido durante 60 años un trato migratorio a los cubanos favorable respecto a los de otras nacionalidades que genera problemas sobre todo en México donde confluyen en masa personas de casi todos los países al sur del río Bravo, e incluso de África y Asia quienes carecen de esos privilegios, señalaron.
Cuba le ha reiterado a Estados Unidos que es responsable del flujo migratorio irregular de cubanos que transita a través de México y Centroamérica hacia la frontera mexicana, así como del esfuerzo que hace para prevenir y enfrentar esa situación agudizada por la negación de visas.
El traslado a terceros países de los trámites para obtener la visa estadounidense sin ninguna garantía de su otorgamiento, además de encarecer considerablemente los viajes para los ciudadanos cubanos, los hace prácticamente inviables.
También será tratado y la delegación cubana reiterará a sus anfitriones su disposición de recibir a los migrantes cubanos que salieron del territorio nacional y se encuentran hoy en terceros países en condición de irregulares, indicaron las fuentes.
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