Esa combinación de factores en el mercado del crudo provocaron preocupaciones vinculadas al incremento de la demanda, luego de conocerse la implementación de restricciones por las autoridades chinas en Shanghái para cubrir a los habitantes de ese centro financiero por la expansión del coronavirus SARS-CoV-2.
Los futuros de Brent cayeron 89 centavos, o un 0,8 por ciento, para cerrar en 106,64 dólares el barril, en tanto el estadounidense West Texas Intermediate (WTI) bajó 1,32 dólares, o un 1,32 por ciento para venderse finalmente a 101,96 dólares.
Durante las operaciones bursátiles de ese martes el dólar se fortaleció por cuarto día consecutivo a su nivel más alto desde mayo de 2020, frente a una canasta de otras monedas, lo que encarece al petróleo para los tenedores de otras divisas.
También Estados Unidos y la Unión Europea propusieron nuevas sanciones generalizadas contra Rusia, incluida una prohibición del bloque europeo a las importaciones de carbón, la cual según la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, será seguida por el petróleo y el gas.
Ante las nuevas penalidades Moscú afirmó que las acusaciones occidentales de crímenes de guerra en la ciudad ucraniana de Bucha son una falsificación monstruosa destinada a denigrar al ejército ruso.
Pese a la caída al cierre de la jornada, expertos del mercado consideraron que el petróleo se mantiene al alza en la medida en que las naciones de la Unión Europea están profundamente divididas sobre los próximos pasos a seguir contra Rusia.
Algunos gobiernos presionan para al menos esta semana haya una señal de que el bloque reducirá la importación de crudo ruso.
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