Líderes del SRF (siglas en inglés) sugirieron restaurar el gobierno de transición sobre la base de la declaración constitucional de 2019 y, así, poner fin a la crisis general de la nación luego de la intentona golpista de octubre pasado.
Celebrar un diálogo nacional con la participación de todas las fuerzas políticas, para discutir cuestiones relacionadas con la gobernanza, la elaboración de una constitución y el desarrollo del proceso eleccionario, son algunos de los puntos más importantes de la propuesta.
Abdel Fattah al-Burhan, líder militar del Consejo Soberano, y los representantes del Frente, más Osama Said, portavoz de la alianza y líder del Congreso de Beja, grupo político que comprende varias entidades étnicas, debatieron y acogieron con beneplácito la iniciativa.
Necesitamos unir esfuerzos para detener la crisis y el proyecto del SRF, basado en el diálogo y la asociación, puede ser un punto de partida, dijo al-Burhan la víspera, según una declaración del Consejo Soberano emitida al término del encuentro.
Además, apunta la notificación, “resaltó la importancia de ampliar la base de participación para incluir a todos los componentes y fuerzas políticas excepto al (disuelto) Partido del Congreso Nacional para llegar a un consenso pleno”.
Por su parte, en declaraciones a los medios de comunicación, Said manifestó que al-Burhan hizo algunas observaciones a la proposición y anunció próximas reuniones con otras organizaciones políticas del país.
En las redes sociales y los artículos periodísticos que reseñan o analizan el encuentro, abundan opiniones favorables a favor de lograr cuanto antes un arreglo integral para continuar inmediatamente el camino hacia la paz sudanesa.
También califican de tranquilizador, cuando menos, el diálogo entre los actores políticos, porque lo consideran imprescindible para fomentar confianza y adoptar medidas contra la violencia.
Las declaraciones, asimismo, señalan la imperiosa necesidad de restablecer un gobierno civil y finalizar la transición iniciada hace ya tres años, cuando multitudinarias movilizaciones provocaron la salida del poder de Omar Hasan Al-Bashir, presidente constitucional que gobernó durante tres décadas.
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